25.6.09

Del rigor en la ciencia.

En el texto de Jean Baudrillard, titulado Cultura y Simulacro comienza citando una fábula de Borges que trata sobre los cartógrafos de un Imperio y lo que logran hacer con dichas cartografías, debo reconocer que es un texto que nunca había leído y me impactó la alegoría que muestra en tan pocas líneas, el maestro Borges. Y no pude evitar preguntarme: ¿Son los vestigios de lo real, no los de la cartografía, los que están ahora en los desiertos de nuestra memoria?
Dejo ante ustedes este maravilloso texto.

Del rigor en la ciencia.

... En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.

Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes, 
Libro cuarto, cap. XLV, Lérida, 1658.
Borges, J.L., EL HACEDOR, Alianza Emecé, España 1981

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